En las mujeres, las variaciones de VPH de alto riesgo (tipos 16, 18, 31 y 45) causan cambios en las células del cuello uterino, que pueden detectarse en una prueba de Papanicolaou.
Los cambios anormales en las células podrían resolverse por sí solos, pero en algunos casos pueden llegar a desarrollarse en cáncer de cuello uterino si no se tratan a tiempo.
Los síntomas del VPH:
Existen muchos tipos de VPH, algunos causan verrugas visibles, pero otros no muestran síntomas. La mayoría de las personas no saben que tienen una infección por el VPH.
Cuando los síntomas sí se desarrollan, ocurren de 2 a 3 meses después de la infección, pero puede que no surjan hasta después de muchos años del contagio.
- Verrugas visibles
- Irritación en los genitales
- Comezón.
- Sangrado.
Edad y dosis
Hay dos vacunas que protegen contra el VPH. Gardasil, que protege tanto a mujeres como a hombres contra los cuatro tipos de VPH que, en su conjunto, causan la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino y de verrugas genitales.
La vacuna se recomienda para las niñas de 11 a 12 años y para los hombres de nueve a 26 años, preferiblemente antes de su primer encuentro sexual . También se recomienda para las mujeres de 13 a 26 años que no recibieron la vacuna cuando eran más jóvenes. Se aplican tres vacunas en un período de 6 meses.
La otra vacuna, Cervarix, sólo protégé a la mujeres contra el cáncer del cuello uterino.
Efectos secundarios
No causa efectos secundarios graves, pero puede tener los mismos efectos de cualquier otra vacuna
- Reacción alérgica
- Dolor en el lugar de administración
- Fiebre
- Diarrea
- Disminución del apetito
- Somnolencia
No se recomienda para mujeres embarazadas o que están tratando de concebir. Contacta a tu médico si averiguas que estás embarazada mientras recibes la dosis.
Unos 20 millones de americanos tienen el virus del papiloma humano y unos 6 millones más se contagian cada años. El cáncer del cuello uterino es la segunda causa más común de muertes por cáncer en mujeres mundialmente.
Más información:
Las vacunas son esenciales para prevenir enfermedades, tanto en los niños como en los adultos. Actúan sobre el sistema inmunológico, protegiendo al organismo del contagio de una gran cantidad de enfermedades, la mayoría de las veces en forma permanente. La inmunización es esencial para tener niños y comunidades más saludables.
Fuentes: CDC, Inmunization Action Coalition